Inglaterra se ha estrenado en la Copa del Mundo 2018 con su enfrentamiento ante Túnez y no lo ha tenido nada fácil para superar a la selección africana, necesitando un gol en los últimos minutos del partido para conseguir sus primeros tres puntos de la fase de grupos. Harry Kane fue la estrella inglesa al anotar los dos goles del combinado dirigido por Gareth Southgate, ambos a la salida de sendos rechaces gracias a una colocación nata de puro delantero en el área. Túnez tiró de orgullo pero apenas generó peligro para la portería defendida por Jordan Pickford, más allá del tanto de penalti anotado por Ferjani Sassi antes del descanso.
La primera parte fue dominada por Inglaterra, que golpeó relativamente pronto con el primero de los goles de Kane en el minuto 11 de partido. Eran buenas noticias para un equipo con sangre joven y renovada en el que muchos expertos depositaban serias dudas de poder conseguir algo en este Mundial. Aunque todavía deberán demostrar si están a la altura, especialmente en su futuro enfrentamiento ante la rocosa Bélgica, estrenarse en el Mundial con un gol tan tempranero parecía augurar un buen futuro para los aficionados ingleses.
Un manotazo de Walker dio el empate a Túnez en forma de penalti
Sin embargo, pasada la media hora de juego, un grave error del lateral derecho del Tottenham Kyle Walker soltando un manotazo en la cara del delantero tunecino Ben Youssef que el árbitro no dudó ni un segundo en señalar como penalti. Era una de las primeras aproximaciones con peligro de Túnez en el área inglesa y habían sacado petróleo, ya que gracias a la pena máxima lograban empatar el encuentro y dejar el marcador en tablas durante el descanso.Inglaterra sufrió en la segunda mitad para derribar el muro tunecino, defendiendo estos últimos con defensa de cinco atrás y haciendo realmente difícil la penetración de los jugadores que hoy vestían de rojo. La entrada de Marcus Rashford, delantero del Manchester United, revolucionó el ataque de Inglaterra y le aportó una frescura más que necesaria en búsqueda del gol de la victoria, pero el tanto no terminaba de llegar pese a los constantes merodeos cerca del área de los ingleses.