La selección española ha sufrido para clasificarse para los octavos de final del Mundial Rusia 2018 como primera de grupo en otro partido repleto de errores defensivos que lastraron el potencial de la roja hasta el punto de balancearse entre el empate y la derrota frente a la ya eliminada Marruecos. El combinado marroquí actuó de manera profesional y salió a jugar el partido como uno más sin pensar en la eliminación tras sendas derrotas frente a Irán y Portugal, y a punto estuvieron de dar un susto a la campeona del mundo del 2010.
Desajustes defensivos costaron caro a España frente a Marruecos
España buscó en todo momento controlar el partido con su habitual juego de toque, pero concedió demasiados balones en forma de pérdidas en tres cuartos de campo y sufrió ciertos despistes defensivos que, como sucedió en el caso del malentendido entre Sergio Ramos y Andrés Iniesta, le costaron caro. Marruecos golpeó primero tras ese despiste del central del Real Madrid, batiendo a un De Gea que sólo ha hecho una parada en los siete tiros a puerta a los que se ha enfrentado en estos tres partidos de la fase de grupos.
La reacción fue casi inmediata, pues a los cinco minutos del gol de Marruecos, Iniesta e Isco combinaban de manera sublime para batir la portería de Munir y poner el empate en el marcador. Pese a ello, España no consiguió continuar golpeando y se fue al descanso con un empate que sabía a poco pero sin tirar a portería.
A la roja le falta profundidad, llegada y remate en ataque
Ese es el principal problema en ataque de la roja, como ya sudeciese en la pasada Eurocopa o en el Mundial de 2014, demasiados toques e intentos de mantener la posesión pero poca profundidad. Los laterales españoles no han estado a la altura en esta fase de grupos, con un Dani Carvajal errático y un Jordi Alba poco fino a la hora de combinar, y eso ha lastrado las capacidades de desborde españolas en ataque, debiendo confiar en la magia de un Isco sobresaliente que se está echando el equipo a la espalda y en la creatividad de un Iniesta que frente a Marruecos sí volvió a brillar como se espera de él, pero con un David Silva lejos de su mejor nivel y una pieza en el mediocampo que no termina de fijarse entre Koke y Thiago. Diego Costa tampoco tuvo su noche y su bajón de rendimiento respecto a los partidos de Portugal e Irán se notó en la escasez de oportunidades, debiendo ser Iago Aspas quien diese finalmente el toque de luz necesario al borde del pitido final.Fernando Hierro debe encontrar la fórmula Lopetegui
Tres partidos ha jugado España en este mundial y cada uno peor que el anterior, dejando unas sensaciones de cara a la fase eliminatoria bastante preocupantes. Una de las grandes favoritas necesita ahora reaccionar, pero está aún por ver si Fernando Hierro tiene la capacidad necesaria para conseguir sacar adelante una situación que se le complica y consigue no sólo inculcar en el grupo la reacción necesaria, sino también tácticamente modificar las cosas para conseguir una mayor profundidad y llegada sin cometer errores defensivos. Cabe recordar que en el mundial ganado por la selección no concedió ningún gol desde octavos de final, algo que a día de hoy parece prácticamente un sueño para cualquier aficionado de la roja.
En un momento tan crucial es donde puede echarse más en falta esa necesaria continuidad de Julen Lopetegui que el presidente de la Federación Rubiales echó al traste días antes de empezar el campeonato. Contra los anfitriones, Rusia, se empezará a ver si es posible el asalto a la segunda estrella o si por el contrario España volverá a asemejarse más a aquella que arrastraba la maldición de cuartos.
