Gareth Bale, el héroe de la final que ha supuesto la decimotercera Champions del Real Madrid, ha confesado sentirse muy orgulloso del primero de sus dos goles de la noche, la increíble chilena que enmudeció a los aficionados del Liverpool y levantó de sus asientos a la grada madridista. En una jugada que recuerda a la del clásico golazo de su hoy entrenador, Zinedine Zidane, en la final del 2002 que también supuso el título para el club de la capital española, el jugador galés remató de manera plástica y en forma de tijera el balón servido por Marcelo para poner el 2-1 en el marcador.
Tras la conclusión del partido, Bale reconoció que "es el mejor gol que he marcado nunca. No hay un momento ni un partido más importante para conseguirlo que en una final de la Champions League".
Decepcionado por la falta de minutos y su suplencia en la final
Pese a todo, Gareth mostró su preocupación por la falta de minutos durante esta temporada y también por el hecho de haber sido suplente en la final de Kiev: "Estoy muy decepcionado por no haber sido titular esta noche, pues creo que me lo merecía. El entrenador toma estas decisiones y hay que respetarlo. En cuanto supe que iba a salir lo único que quería era tener un impacto positivo, y lo tuve."Además, Bale alimentó las dudas sobre su futuro poniendo un interrogante sobre lo que pasará en este próximo mercado de verano: "Necesito jugar con regularidad y esta temporada es algo que no ha pasado. Tuve una lesión que me apartó durante seis semanas, pero desde entonces he estado en forma. Tendré que sentarme con mi agente en verano y discutirlo".
"Este es un deporte de equipo, y en un equipo juegan más de once futbolistas. Simplemente quería tener un impacto positivo y lo he tenido. Es cierto que las cosas no nos han ido bien en la liga y que en ese sentido ha sido decepcionante, pero hemos ganado la Champions League, por lo que se puede decir que al final ha sido una gran temporada", confiesa el galés.