La selección de Francia ha debutado con victoria en el Mundial de Rusia 2018 gracias a dos goles en los que las nuevas tecnologías aplicadas al fútbol han sido decisivas. El combinado galo, que parte entre los favoritos para alzarse con la victoria final en este campeonato, no lo tuvo fácil en su estreno y debió sufrir para superar a una Australia que se mantuvo en el partido hasta los últimos minutos gracias a un tanto de penalti.
La primera parte se resolvió sin goles por ninguno de los dos bandos, pero quizás lo más destacado de esos 45 minutos iniciales fue que Australia estuvo metida en el encuentro. Tras un arranque intenso de Francia que parecía indicar una superioridad aparente, los de las antípodas supieron recuperar los metros concedidos poco a poco e incluso dispusieron de alguna de las mejores ocasiones de ese primer período para intentar adelantarse sorprendentemente en el marcador.
El primer penalti decretado por el VAR en este Mundial de Rusia
No fue así, y ya en la segunda mitad apareció el recién confirmado como renovado con el Atlético de Madrid, Antoine Griezmann, para sacar petróleo de una acción que el colegiado no pudo apreciar en directo y para la cual se necesitó de la ayuda del VAR. Revisado el lance, en el que Risdon tocaba ligeramente al delantero francés tras una estirada para intentar recuperar el balón, el colegiado decretó un penalti que será transformado por el propio Griezmann sin problemas, poniendo el 1-0 en el marcador para la selección de Francia.Deschamps se la jugó sustituyendo a Griezmann
Cuatro minutos le duró, sin embargo, la alegría a los bleus, ya que un centro del ataque australiano era despejado con la mano por Samuel Umtiti, el central del Barcelona, para conceder un claro penalti a favor de los aussies. La pena máxima sería transformada por Jedinak, uno de los ya veteranos, para igualar el marcador. A partir de entonces, Francia trató de buscar una reacción, algo para lo que Deschamps optó por sustituir a Dembelé y Griezmann, sorprendentemente, dando entrada a Fekir y Giroud en el ataque.El movimiento le terminó saliendo bien al experimentado seleccionador galo, pero no sin sufrimiento, ya que fue en el minuto 88 cuando Paul Pogba, con ayuda de un central australiano y a pase de Giroud, colaba el balón por centímetros en la portería tras golpear el larguero, como confirmó la tecnología de la línea de gol. Era el gol de la victoria de una Francia que pese a no demostrar muchos argumentos de juego, consiguió sacar adelante su primera prueba de fuego en este Mundial.