Una de las primeras grandes sorpresas de este Mundial de Rusia 2018 se ha vivido en el partido disputado entre Argentina y la debutante Islandia, donde la selección capitaneada por Messi y actual subcampeona del mundo no consiguió pasar del empate y el equipo del país más pequeño en número de habitantes en participar en una Copa del Mundo demostró venir a la mejor competición del planeta a hacer su trabajo con seriedad. Pese a no dominar el partido y haberse visto superados ampliamente en la posesión, los jugadores islandeses sacaron petróleo de los momentos en que dispusieron del esférico y generaron peligro con cada aproximación a la portería defendida por Willy Caballero.
Argentina dominó prácticamente de principio a fin, arrinconando desde los minutos iniciales a una Islandia que parecía destinada a conformarse con algún contragolpe o balón en largo para hacer daño. La primera alegría para los sudamericanos en este mundial llegó de la mano de su delantero Sergio 'el Kun' Agüero, quien se hizo con un balón en el interior del área a espaldas de la portería y consiguió revolverse ante la presión de dos defensas islandeses para enviar un gran disparo a la escuadra y hacer el 1-0 para su selección. Corría el minuto 19 de partido y parecía que Argentina dominaría con solvencia el marcador.
Islandia empató y se defendió ante la subcampeona del mundo
Lejos de la realidad, puesto que tan sólo cuatro minutos después Islandia demostró su capacidad para sobreponerse y, en una jugada con varios rebotes, el balón cayó en la bota del delantero del AUsburgo, Alfreð Finnbogason, quien la envió al fondo de la red para igualar el marcador y borrar la sonrisa de los aficionados argentinos. Tal y como sucediese en la pasada Eurocopa ante Inglaterra, Islandia conseguía empatar poco después de recibir el primer gol y se encaminaba a dar otra sorpresa ante una de las mejores selecciones del mundo.
Messi tuvo la victoria en sus botas pero falló un penalti
El partido prosiguió con el mismo esquema y desarrollo, dominio de la posesión para Argentina, sextuplicando el número de pases respecto al de Islandia, pero estos últimos conseguían llevar el mismo peligro y generar las mismas ocasiones con mucho menos control del encuentro. La falta de movilidad del ataque argentino suponía dificultades para penetrar a una muy bien organizada Islandia en defensa, hasta que en el minuto 64 cuando Messi dispuso de un penalti que habría podido decidir el encuentro, pero que el portero Halldorsson detuvo en una brillante estirada para erigirse como el jugador más valioso del encuentro.
No era el día de Lionel, quien debía ser el faro que iluminara a la albiceleste, y ni la entrada de un Éver Banega que aportó más fescura al ataque, ni la incorporación de Higuaín en los compases finales fue suficiente para desequilibrar un partido del que Islandia sale con un valioso punto y que confirma al Grupo D como uno de los más competitivos del Mundial.
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