Esta temporada de la Premier League se presentaba como un gran campeonato de entrenadores, al congregar a varios de los mejores mánagers del mundo al mando de diferentes equipos de la máxima categoría británica, y lo cierto es que desde un principio los máximos candidatos a dominar se han presentado con sus respectivos clubes como un huracán.
José Mourinho, Antonio Conte y Pep Guardiola ya han dejado su marca a la hora de imponer su autoridad y su estilo de juego, fascinando con su psicología. Los tres han dejado de lado a uno de los nombres más establecidos de su equipo, enviando así un mensaje al resto de la plantilla de que nadie es imprescindible, y que el entrenador no está acobardado ante la toma de grandes decisiones. Esto no se trata de un accidente, es parte del plan. Dicho de otro modo, todos saben quién es el jefe, quién está al mando desde un principio.
A Guardiola no le tembló el pulso con Hart, Touré o Nasri
En el Manchester City, Guardiola dejó claro lo que ocurriría con Joe Hart, una figura clave en el ascenso del City hacia los títulos, explicando que no era su tipo de portero y poniéndole en el banquillo en el primer partido de liga, antes de enviarlo como cedido al Torino italiano, un equipo que vive en la sombra de los actuales campeones y dominadores de la Serie A, la Juventus.Del mismo modo sucedió con Yaya Touré, figura clave durante mucho tiempo y que todavía no ha llegado ni al banquillo de la Premier bajo las órdenes de Guardiola, a quien no le ha temblado el pulso a la hora de destronarle. Otros jugadores que tampoco se ajustaban a la visión del técnico catalán han visto cómo se les enseñaba la puerta de salida en el último día del mercado de verano: Samir Nasri (Sevilla); Eliquim Mangala (Valencia) y Wilfried Bony (Stoke City).
Mourinho impuso su mensaje apartando a Schweinsteiger
En el United, Mourinho también ha arrancado la temporada con un 100% de victorias, y tras los sufrimientos de las recientes temporadas, parece que el equipo resurge de sus cenizas para volver a los tiempos exitosos bajo el mandato de Sir Alex Ferguson. Al igual que Guardiola, José ha dejado a un lado a un nombre importante, en este caso al campeón del mundo con Alemania Bastian Schweinsteiger, quien fue incluso puesto a trabajar con los reservas y los chicos de la academia.No es un secreto que Bastian no agradó a todo el mundo durante su pasada temporada en Old Trafford, con informaciones de que sus compañeros de equipo no comprendían cómo podía viajar con su mujer, la tenista Ana Ivanovic, a lo largo del mundo para verla competir en lugar de quedarse en Manchester para recuperarse de su lesión. Su hermano se mostró muy negativo a la decisión de Mou de apartar al alemán de la plantilla, pero está claro que es otro movimiento perfectamente calculado.
Mourinho consiguió así demostrar lo que quería: las reputaciones no cuentan nada en la persecución de títulos y el éxito. Otros ejemplos son Chris Smailling y el recién llegado Henrik Mkhitaryan, quienes no consiguen entrar en el equipo junto al joven Marcus Rashford, quien seguramente se ganará su entrada en él pronto. Pero cuando has ganado tres de tres y llegas con un historial brillante, no hay quien se atreva a discutir contigo.
Conte revitaliza al Chelsea y avisa apartando a Cesc Fábregas
Antonio Conte llegó a Stamford Bridge para reenergizar al equipo tras una temporada nefasta en la que se quedaron fuera de cualquier competición europea, y eso ha sido exactamente lo que ha hecho para hacer que el Chelsea parezca un contendiente al título de nuevo. De nuevo nos encontramos con otro caso de un jugador de renombre apartado del equipo en Cesc Fábregas, una vez que Conte ha demostrado preferir la energía de N'Golo Kanté, campeón con el Leicester la pasada temporada, en lugar del juego más artístico y ligero del español, y con un Nemanja Matic al que el entrenador italiano también admira es complicado que Fábregas tenga un hueco de nuevo en el once del Chelsea.El exjugador de Arsenal y Barcelona ha publicado un comunicado en el que asegura que luchará por su puesto, pero está claro que Conte repasó los vídeos de la pasada campaña en la que el Chelsea defendía título y encontró que Cesc no es parte de la solución al problema, sino quizás incluso parte del mismo. Al igual que sucede con los casos mencionados previamente, uno puede imaginar al resto de jugadores de la plantilla viendo a un nombre tan importante cayéndose del once y pensando en rendir al máximo nivel para no ser el siguiente.
Todavía falta mucho y puede suceder de todo en la Premier League que se presenta espectacular e igualada, tanto por el nivel de sus entrenadores como el de los jugadores de cada equipo, pero hasta el momento tres nombres han destacado al demostrar por qué se encuentran en el escalón más alto del ránking de los mejores entrenadores del mundo. Mourinho, Guardiola y Conte.